viernes, 24 de enero de 2014

Todos podemos emprender | Reportaje

Todos podemos emprender
Jóvenes y personas de mediana edad buscan un hueco en el mercado laboral
El concepto de trabajo ha cambiado en España en los últimos años. La necesidad hace que emprender sea la única salida que muchas personas ven para sobrevivir, ya no solo jóvenes, sino personas de mediana edad que han sido expulsadas del mercado laboral. Las trabas burocráticas y la inversión inicial son factores que marcan el desánimo para emprender, pero por suerte, fórmulas de comercio como el ‘coworking’, facilitan crear ideas de negocio.

“Hay que emprender sobre algo que te guste” es el lema que tiene Álvaro Portela, un joven madrileño de 29 años de edad. Ha fundando junto con su amiga Betty Lepina, licenciada en Administración de Empresas, Triitme, una tienda 'online' y una revista dedicada a la decoración. “Nuestro cliente es de clase media o alta y le apetece tener algo bonito en casa” asegura Portela. La tienda surge de la necesidad de dar un paso más, porque en España no hay ningún otro comercio con el mismo estilo de negocio. Ha conseguido en un año 5.000 seguidores en Facebook y unas 10.000 visitas. “Hemos logrado cubrir gastos, vamos bien, poco a poco”.
Equipo de trabajadores de la empresa Triitme

Hoy en día, cada vez más emprendedores como Álvaro, se plantean dar el paso de convertir una buena idea en un negocio fructuoso. Pero emprender no es tarea nada sencilla. España no es un país que facilite los trámites a los emprendedores, en gran parte debido a las enormes trabas burocráticas impuestas desde la propia administración. “Crear una empresa en España es más difícil que en Albania o en Zambia”, así reflejaba el diario El Mundo la situación real para emprender en nuestro país. 

“Sólo los trámites administrativos vienen a costar un total de 500 euros”, señala Alejandro Vesga.

“Un emprendedor tiene que hacer de media unas diez gestiones y tarda alrededor de veintiocho días en consagrar su empresa. Normalmente, se ponen 3.000 euros como inversión inicial para la actividad que queremos realizar, y sólo los trámites administrativos vienen a costar un total de 500 euros” señala Alejandro Vesga, director de la revista Emprendedores. Los principales problemas fiscales que producen ese rechazo a emprender son pagar la cuota de autónomos y el IVA adelantado.

Entrevista de Jordi Évole a Alejandro Vesga en Salvados
Requisitos muy estrictos
El pago de la cuota de autónomos asciende a unos 3.000 euros al año, sin importar lo que factures, seas una pequeña, mediana o gran empresa. Solo por darte de alta, el emprendedor ya tiene que pagar esta cantidad de dinero. Pero hay un problema mayor: el pago del IVA. “Cuando emites una factura, la tienes que reflejar y adelantar el IVA a la administración. Si tardas en cobrar esa cantidad que debes adelantar, te supone un estrangulamiento financiero, y puede ser que debas cerrar la empresa” agregaba Vesga.

Jaime Estévez es creador de la empresa audiovisual Agoranews y hace unos años Hacienda embargó sus cuentas porque no pudo pagar el IVA al no cobrar las facturas de sus clientes. “Se me acumularon doce mil euros de IVA no cobrado, y yo no tenía liquidez para pagarlo”. Estuvo a punto de cerrar su empresa por las condiciones que la Agencia Tributaria obliga a los empresarios. “Los clientes morosos eran el ayuntamiento de Leganés y una administración de Castilla La Mancha. Era la propia administración la que me exigía que le abonase el IVA que ellos mismos no me pagaban”, aclaraba Estévez recordando uno de los momentos más amargos de su trayectoria empresarial.

En el año 2008 había en España cerca de 3.4 millones de empresas activas. Al comienzo del año 2013, la cantidad desciende notablemente hasta los 3.1 millones de empresas. En sólo cinco años han desaparecido un total de 275.670 empresas. La tendencia a crear proyectos es a la baja, entre las que abren y las que cierran, al día desaparecen 180 empresas según informa el Instituto Nacional de Estadística.

La gran mayoría del tejido empresarial de España son pequeñas y medianas empresas. Del total, el 96% de las empresas tienen menos de diez empleados, y se denominan microempresas. Más de la mitad de todas las empresas que existe en España, un 53%, son autónomos sin asalariados, es decir, no pueden contratar a nadie, son emprendedores por necesidad. Esta nueva forma de emprender surge de la inexistencia de puestos de trabajo, y sobre todo, de la expulsión del mercado laboral de las personas de mediana edad.

Centros de asesoramiento
Pese a estos datos, los emprendedores no se encuentran tan solos como desde un primer momento se puede pensar. Beatriz García es responsable del área de emprendedores de Getafe Iniciativas. “El objetivo de la agencia es ayudar a las empresas que se instalen nuevas en el municipio. Tenemos un servicio de emprendedores en el que le asesoramos sobre cualquier duda que tengan”. García indica que ha variado el perfil que ahora acude a informarse. “Ahora encontramos muchas personas que están en una situación de desempleo larga y no ve otra salida que convertirse en autónomo”.

Reunión en Getafe Iniciativas para asesorar a los emprendedores
“En los últimos años acuden personas de entre 45 y 50 años que han sido expulsadas del mercado de trabajo”, indica Juan Bernete.

En otra zona del sur de Madrid, en Fuenlabrada, existe un Centro de Iniciativas para la Formación y Empleo. “En los últimos años acuden personas de 45-50 años que han sido expulsadas del mercado de trabajo, y capitalizan el desempleo para embarcarse en un negocio” indica Juan Bernete, responsable del CIFE. Los emprendedores ya no son sólo jóvenes que buscan expandir una idea porque no tienen otra salida, sino que el perfil ha cambiado radicalmente a partir de la crisis.

Centro de Coworking "La Guarida Creativa" en Fuenlabrada
En estos momentos dónde todo vale, también está en auge el nuevo concepto de ‘coworking’, un espacio dónde los emprendedores que trabajan por su cuenta pueden hacerlo en un sitio sin grandes oficinas, sólo con un ordenador y conexión a internet. “Es una alternativa a trabajar desde casa. Principalmente tenemos un perfil de jóvenes con profesiones tecnológicas o de desarrollo. La parte buena del ‘coworking’ es que se trabaja en comunidad, te puedes nutrir de las ideas de tus compañeros” señala Lucía Enríquez, socia junto a Javier Moral y Javier García de La Guarida Creativa. Ellos mismos también emprendieron en 2008 a través del primer centro de ‘coworking’ en el sur de Madrid, una alternativa en crecimiento a las grandes oficinas y ahorrando dinero.

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