martes, 5 de noviembre de 2013

Entrevista con Fabián León Parra, tercer finalista de Masterchef

Fabián León, tercer finalista de Masterchef
‹‹ He recopilado todos los postres que han marcado un momento en mi vida ››

Fabián León Parra, presentando su libro "Los mejores postres de Fabián".


Fabián León Parra tiene 19 años, y es natural de Can Picafort, Mallorca. Desde pequeño siempre le ha entusiasmado el mundo de la cocina. Actualmente estudia Publicidad y Relaciones Públicas en Madrid, y aunque quiere acabar la carrera, también ve la cocina como un futuro próximo. El programa de Televisión Española, Masterchef, lo catapultó  a la fama, y acaba de publicar su primer libro de recetas, “Los mejores postres de Fabián”. A partir de enero tendrá su propio programa de cocina en IB3.
Pregunta.- ¿Qué destacarías de tu paso en el programa “Masterchef”?
Respuesta.- Lo que más destacaría son las experiencias que se pueden vivir dentro del programa. Está claro que en un programa de este calibre se viven experiencias que en la vida real no se podrían llegar a vivir y son oportunidades únicas para ver cosas diferentes y nuevas.
P.- ¿Cómo fue tu proceso de selección?
R.- El proceso de selección fue bastante difícil porque eran 9500 aspirantes y sólo podían entrar 15. Yo pienso que siempre con constancia y pasión se consiguen las cosas, y al final lo conseguí.
P.- ¿Quién te animó a presentarte a ‘Masterchef’?
R.- Me animó a presentarme mi familia. Estaba un día en casa y me llamaron mis padres animándome a que me apuntara al concurso. Primero no le hice mucho caso, pero luego miré por internet, y pensé que podía ser algo diferente.
P.- ¿Has notado la presión de la fama?
R.- Nosotros éramos personas totalmente anónimas antes de entrar a Masterchef. Dentro del programa, al estar aislados no teníamos contacto casi con nadie. Cuando todo acabó,  salir a la calle fue un shock, porque gente que no conoces se te queda mirando, o te señala, o te viene a felicitarte por el paso por el programa.


P.- ¿Podías hablar con tu familia durante tu estancia en el programa?
R.- Nosotros teníamos 10 minutos a la semana para hablar con nuestra familia. Esos minutos eran grabados por el programa para que no se pudiera filtrar ningún tipo de información. Con quien más hablaba era con la familia más cercana y amigos.
P.- ¿Consideras que ser el más joven del concurso te pudo favorecer en el trato con el  jurado?
R.- Fue una de las cosas que pensé porque como era el más joven a lo mejor tenían más condescendencia conmigo. Pero a medida que avanzaba el programa, me di cuenta de que era una persona más. La edad importa mucho porque no es lo mismo una persona que lleva 40 años cocinando que una persona de 18. Trataban a todo el mundo igual, pero es verdad que el factor edad si pudo influir en algunas pruebas en las que pude haber salido expulsado.

P.- En el fondo Masterchef era un concurso, ¿había rivalidad entre vosotros?
R.- Efectivamente. En un concurso tiene que haber rivalidad sino pierde la gracia televisiva. Lo que si que es cierto que en nuestro caso pasó algo que quizás no suele pasar en todos los concursos, que con motivo de la convivencia, de estar todos los días y todas las semanas juntos, esa competitividad solo se plasmó en los fogones, el resto del día éramos como una familia.
P. - ¿Eran los jueces tan duros como nos hacían ver?
R. - Eran peor que en televisión al principio. A medida que el programa avanzaba nos iban cogiendo cariño. Y después, el respeto que da un chef a un amateur se convierte en confianza, y creo que eso es mejor.

P.- ¿Cómo recibiste el apoyo de tus familiares y amigos dentro del programa?
R.- La verdad es que el apoyo me ayudó muchísimo. Durante los cinco primeros episodios, la iba cagando más y más, y no sabía cómo salir de ahí, y lo estaba pasando realmente fatal, porque era horrible. Los demás concursantes llevaban más años en la cocina y tenía un mayor conocimiento de la cocina de mía. Entonces un día me llamó mi madre, y me dijo que si me tenia ir que me fuese, pero que disfrutara todo lo que pudiera dentro del programa, porque era una cosa irrepetible, y se me estaba escapando de las manos. En ese momento tuve una tarde para reflexionar, me di cuenta de que mi madre llevaba razón. Y al siguiente día me nombraron capitán en Valencia, y ya a partir de ahí mucho mejor. Aunque también influyó Samantha, que tuvimos una Masterclass y nos explicó algo parecido a lo que mi madre me explicó por teléfono, que había que disfrutar de la cocina, controlar los nervios, y no dramatizar tanto las cosas.
P.- ¿Pensabas llegar a la final cuando entraste en el concurso?
R.- No, la verdad es que luchaba por no irme el primero. Era consciente del nivel que había dentro, y sabía que era un nivel tan alto que sabía que era muy difícil estar entre los primeros.

P.- ¿Cuándo grababais las pruebas de cocina, las ensayabais antes?
R. – No. Nunca tuvimos idea de lo que nos iban a poner en las pruebas, aunque a veces teníamos una referencia. Cada fin de semana había unas clases de cocina, y después había una alta probabilidad de que cayera algo de esas clases en las pruebas.
P.- ¿Por qué te has animado a escribir un libro?  
R.- Siempre he querido sacar un libro propio de recetas, y Masterchef me ha dado la oportunidad. Espero que tenga mucho éxito porque le he puesto muchísimo cariño a este libro. “Los mejores postres de Fabián” es un recopilatorio de los postres que han marcado un momento en mi vida, o postres que están tan buenos que los he querido incluir para que la gente los compruebe por sí misma. Dentro del mismo, también incluyo recetas que hice en el concurso de Masterchef para que todos los lectores las puedan probar en casa.

P.- ¿Cómo ha sido la elaboración de este libro?
R.- Es un libro en el que he puesto mucho trabajo. En este caso concreto, quería que fuese íntegramente mío. Son recetas que he probado hasta la saciedad para que no tuvieran fallos. He decidido que este libro se divida por momentos. Hay un momento para cuando no tienes tiempo con postre rápidos, un momento para hacer postres con niños, también momentos para sorprender, y luego para lo más reposteros.
P.- ¿Qué piensas hacer en el futuro? ¿Seguir con la cocina o con la publicidad?
R.- Ambos. Yo creo que una parte que no está desarrollada es la publicidad gastronómica y el periodismo gastronómico. Por otra parte, no me veo abriendo mi propio restaurante. Yo cocino en casa, pero no soy un profesional de la cocina, para ponerme al mando de 20 personas cada día a repartir menús.



Los mejores postres de Fabián, ya en librerías

P.- Quedaste tercero y ganaste un curso en la prestigiosa escuela Le Cordon Blue Madrid, ¿Qué experiencia te ha aportado?
R.- El hecho de poder estudiar en la prestigiosa escuela de alta cocina… me ha aportado una manera de trabajar, las bases para poder seguir adelante en la cocina. Te enseña de forma muy clásica y muy formal, las bases y las técnicas necesarias para llevar una cocina de exitoso. Pues gracias la curso de repostería, sinceramente no te puedes imaginar lo que he aprendido. Gracias a este curso, tengo las bases sentadas de la repostería.
P.- A parte de la cocina, ¿qué otras aficiones tienes?
R.- Me gusta la fotografía, la comunicación, pasear. Me encanta quedar con mis amigos, me gusta comer dulces, es una pasión, por eso me gusta la repostería, y me encanta crear nuevos proyectos. A lo mejor la gente no lo ve como hobby, pero me encanta crear nuevos proyectos.
P.- ¿Qué nuevos proyectos tienes en el futuro?
R.- A partir de enero estaré en la televisión autonómica balear con un programa de cocina diario, "Una micona més", que afronto con toda la ilusión del mundo.

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